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Arteterapia: pintar piedras

 Arteterapia: pintar piedras

Al igual que nos hemos habituado a colorear mandalas para sumergirnos en esos mundos circulares, ahora, utilizaremos otra superficie: las piedras. Toma nota de qué necesitas para llevar a cabo la arteterapia y qué fabulosas sugerencias tienes a tu alcance.

Para obtener mejores resultados a la hora de llevar a cabo la terapia de pintar piedras es conveniente que busquemos aquellas de superficie lisa. Los cantos rodados son una opción perfecta.

1. Piedras

• Los expertos en la arteterapia con piedras suelen utilizar las típicas piedras de río o como se dice comúnmente, “los cantos rodados”.
• Como ya sabemos, la erosión del agua nos regala rocas de superficie plana ideales para llevar a cabo nuestras creaciones.

  2. Pinturas

  • En lo que se refiere a las pinturas, puedes utilizar las acrílicas para superficies porosas.
  • Asimismo, es importante que busques rotuladores acrílicos opacos. Los normales que utilizan los niños en el colegio no nos sirven, porque no cubren ni tampoco duran.
  • Sin embargo, los que son opacos logran un acabado perfecto en las piedras y nos sirven para dibujar. Elige aquellos que tengan punta fina, de unos 0,7 milímetros.

  3. Barniz

  Para que el acabado sea perfecto necesitas un barniz especial. Busca en tu tienda de bricolaje el barniz vitrificador ultrabrillante. Los colores lucirán de forma llamativa, el brillo será precioso y, además, tu creación durará mucho más.

  4. Pinceles

  Utiliza un pincel plano. Te permitirá una mejor movilidad y facilidad para crear.

• Creaciones para hacer en piedras

  1. Mandalas

  Con la arteterapia, puedes crear aquello que te dicte tu imaginación. Lo más común es hacer mandalas, en especial, porque resultan muy relajantes.

  Como ya sabes, este tipo de creaciones artísticas basadas en círculos nos aportan múltiples beneficios:

  • Nos ayudan a concentrarnos.
  • Expanden nuestra conciencia.
  • Nos conectan con nosotros mismos.
  • Nos ayudan a relativizar tensiones y problemas cotidianos.
  • Nos permiten desarrollar la autoaceptación.
  • Nos hacen sentir bien.
• Para pintar mandalas, solamente tienes que seguir las clásicas secuencias circulares. Empieza con un círculo central y, luego, “expándete”.

• 2. Pintar animales en piedras

Queda claro que lo que pintemos en nuestras piedras dependerá, sin duda, de nuestra maña y nuestra experiencia artística.

• No obstante, a veces se empiezan las cosas por casualidad y al cabo de un tiempo, descubres que eres todo un artista en el tema.
• Si te atreves a pintar animales, recuerda empezar creando antes una base en la piedra. Píntala de un color para después, crear los matices que den forma al animal en cuestión.

• No obstante, ten en cuenta que hay un color que nunca falla a la hora de pintar en piedra: el blanco.
• A veces, basta con dibujar un sol, una flor, un corazón o una flecha y ya tienes una creación magnífica y original.
• Además, recuerda que es una tarea sensacional que puedes compartir con tus hijos. Además, si el resultado es bueno, conseguirás un obsequio enternecedor que puedes regalar a tus amigos o familiares.

Como puedes ver, la arteterapia de pintar piedras es tan sencilla como divertida, además de liberadora. Por ende si te animas a practicarla alguna vez, podrás comprobar cómo, sin que te des mucha cuenta, esta afición se convierte en una de tus nuevas técnicas de mindfulness y relajación.

Es posible que nunca te lo hayas planteado, pero si deseas combatir tu estrés y pasar un rato agradable y entretenido, pruébalo. ¡Atrévete a pintar piedras!

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